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sábado, 11 de junho de 2016

Más de 60.000 musulmanes en el mundo se convierten al cristianismo cada año


Conversiones
Los países con más conversos son Indonesia, Nigeria y Estados Unidos


Los convertidos al cristianismo pasaron de 200.000 en 1960 a casi diez millones en 2015
Cameron Doody, 28 de mayo de 2016 a las 10:46

Razones primordiales
(Cameron Doody).- Cada vez son más los musulmanes alrededor del mundo que se convierten al cristianismo, según las últimas estadísticas y otras evidencias. Camille Eid, un periodista libanés y coautor del libro "Cristianos venidos del islam", habló la pasada semana al periódico italiano Tempi sobre recientes conversiones en masa que están sucediendo en todo el norte de África y Oriente Medio, desde Marruecos a Jordania.

También recurrió al testimonio de un misionero francés que hace poco fue expulsado de Irán, Pierre Humblot, el cual ha constatado el número de conversiones en la historia reciente de este país en un asombroso 300.000. En Europa, también, hace apenas tres semanas un pastor protestante en Hamburgo, Alemania -el cual ya había catequizado a 116 musulmanes en lo que va de este año-, bautizó a otros 80 refugiados musulmanes de Irán y Afganistán en un lago de un parque municipal.

El pastor Albert Babajan, quien lideró los bautizos en masa en Hamburgo, espera que el número de conversos musulmanes en su iglesia pueda llegar a alcanzar 500 antes del fin de 2016. Son cifras impresionantes que, si se replicaran en solo un pequeño porcentaje de iglesias en el continente, sugerirían que en Europa estamos ante una verdadera oleada de conversiones del islam al cristianismo. Pero ¿cuáles son las estadísticas y las razones sociológicas detrás del fenómeno?

Conversión o deseo de integración
En 2015, en un artículo publicado en la Interdisciplinary Journal of Research on Religion (Revista interdisciplinar de estudios de la religión), Duane Alexander Miller y Patrick Johnstone publicaron el primer censo global de la comunidad cristiana procedente del islam. De acuerdo con estos autores, el número de musulmanes convertidos al cristianismo en el mundo es una cifra notoriamente difícil de calcular, dada la tendencia a exagerar de misiones cristianas demasiado fervientes, por un lado, y la de las desconfiadas autoridades islámicas a subestimar el número de cristianos en países de mayoría musulmana, por otro.

Pero en base a las estimaciones de Miller y Johnstone, el número de cristianos en el mundo provenientes del islam ha incrementado desde menos de 200.000 en 1960 a casi diez millones en 2015. De este número de musulmanes convertidos, Indonesia alberga a la mayor proporción, con casi seis millones y medio. Nigeria ocupa el segundo lugar con 600.000, y los EEUU el tercero, con una población de unos 450.000 creyentes en Cristo procedentes de una cultura musulmana. Es más, según estas últimas investigaciones, alrededor de 147.800 conversos al cristianismo del islam viven en el continente europeo -de los cuales 2.200 habitan en España-, y 8.800 residen en América Latina.




Globalmente, la gran mayoría de las conversiones son al protestantismo evangélico -en los últimos cincuenta años ha habido cerca de 377.000 solo en los EEUU-, pero se han dado un número considerable de conversos en las iglesias ortodoxas y católicas (en los EEUU, en estos años, unos 40.000 y 60.000 respectivamente). Y el ritmo de conversiones de personas anteriormente musulmanas, según Miller y Johnstone, no hace más que acelerarse. En la primera mitad de los años 90, por ejemplo, un promedio de 20.000 personas de proveniencia islámica se convirtieron al cristianismo cada año a escala global. En el 2005, no obstante, este número ascendió hasta más de 80.000, antes de descender ligeramente hasta los 60.000 en el año 2010.

En lo que se refiere a las razones por las que cada vez más musulmanes se están convirtiendo al cristianismo alrededor del mundo, muchos sociólogos toman como referencia las conclusiones de J. Dudley Woodberry, un profesor de Estudios Islámicos en el Fuller Theological Seminary de Pasadena, California. En 2008, en una de las investigaciones más importantes sobre este asunto, Woodberry llevó a cabo entrevistas con 750 musulmanes conversos al cristianismo de treinta países y cincuenta grupos étnicos, y posteriormente publicó las cinco razones primordiales en su decisión de convertirse:

1. El estilo de vida de los cristianos. Los antiguamente musulmanes citaron al amor que los cristianos manifestaban en sus relaciones con los no cristianos y en su tratamiento de las mujeres como iguales.

2. El poder de Dios en oraciones respondidas y curaciones. Experiencias de las obras sobrenaturales de Dios -especialmente importantes para musulmanes tradicionales quienes tienen una preocupación característica por las manifestaciones del poder divino y las bendiciones- incrementaron tras las conversiones, según el estudio. A menudo se relataron sueños sobre Jesús.

3. Insatisfacción con el tipo de islam que habían experimentado. Muchos expresaron su descontento con el Corán que enfatiza el castigo de Dios sobre el amor divino. Otros mencionaron la militancia islámica y la incapacidad de la ley islámica de transformar a la sociedad.


4. La verdad espiritual en la Biblia. A los musulmanes se les enseña normalmente que la Torá, los Psalmos y los Evangelios provienen de Dios, pero han sido corrompidos. Estos conversos al cristianismo dijeron, no obstante, que la verdad de Dios hallada en las Escrituras les llegó a ser persuasiva y clave para entender el carácter divino.

5. Las enseñanzas bíblicas sobre el amor de Dios. En el Corán, el amor de Dios es condicional. Que este amor pudiera ser para todo el mundo fue especialmente sorprendente para los musulmanes. Estos conversos fueron conmovidos por el amor expresado en la vida y enseñanzas de Jesús. El siguiente paso para muchos musulmanes fue el de formar parte de una comunidad de cristianos de instinto fraternal.

Aunque las conclusiones de Woodberry estén bien documentadas desde un punto de vista académico, algunas voces han expresado una preocupación de que estas últimas conversiones de musulmanes al cristianismo en Europa hayan podido motivarse por el deseo de algunos refugiados de mejorar sus perspectivas de obtener asilo en el continente, o por las acciones de algunos líderes cristianos que estarían ligando las conversiones a las ayudas materiales. Si la opinión de Shima -una joven mujer iraní que fue recientemente bautizada en Hamburgo- es representativa, no obstante, la conversión de musulmanes al cristianismo trata sobre todo de la libertad. "He estado buscando toda mi vida paz y felicidad, pero en el islam, no las encontré. Ser cristiana significa felicidad para mí," Shima relató a una revista alemana después de su bautismo.




More and more Muslims around the world are converting to Christianity, according to the latest statistics and other anecdotary evidence. Camille Eid, a Lebanese journalist and co-author of the book I cristiani venuto dall'Islam ("Christians who've come from Islam"), spoke last week to the Italian newspaper Tempi of recent mass conversions all over north Africa and the Middle East, from Morocco to Jordan, and of one French missionary recently expelled from Iran, Pierre Humblot, who estimated the number of conversions he knew of in that country's recent history at an astonishing 300,000. In Europe, too, as recently as three weeks ago a Protestant pastor in Hamburg, Germany-who had catechised 116 Muslims to date this year-baptised another 80 Muslim refugees from Iran and Afghanistan in a lake in a municipal park. Pastor Albert Babajan, who led the mass baptisms in Hamburg, expects that the number of Muslim converts in his church could reach 500 before the end of the year. Breathtaking figures that, if replicated in even a small percentage of churches over the continent, would suggest we in Europe are in the midst of a veritable tidal wave of Muslim-background conversions. But what are the statistics, and the sociological reasons, behind the phenomenon?

In 2015, in an article published in the Interdisciplinary Journal of Research on Religion, Duane Alexander Miller and Patrick Johnstone published the first global census of the Muslim-background Christian community. According to these authors, the number of Muslim converts to Christianity in the world is a figure that is notoriously difficult to calculate, given the tendency of overzealous Christian missions towards overreporting and that of suspicious Islamic authorities-especially in majority-Muslim countries-towards underreporting. But according to the estimates of Miller and Johnstone, the number of Muslim-background Christians in the world has increased from fewer than 200,000 in 1960 to nearly ten million in 2015. Of this number of Muslim converts, Indonesia is home to the largest share with some six-and-a-half million. Nigeria comes in second place with 600,000, and the United States in third, with some 450,000 believers in Christ from a Muslim background. According to the latest research, some 147,800 converts to Christianity from Islam live on the European continent-with some 2,200 of those calling Spain home-and some 8,800 reside in Latin America.

Worldwide the vast majority of conversions are to evangelical Protestantism-in the past fifty years there have been some 377,000 in the US alone-but there have also been a considerable number of converts to both Orthodox and Catholic churches (in the United States in these years, some 40,000 and 60,000 respectively). And the rate of Muslim-background conversions, according to Miller and Johnstone, is only increasing ever more rapidly. In the first half of the decade of the 1990s, for example, an average of 20,000 people of a Muslim background converted to Christianity every year, worldwide. By 2005, however, that number had increased to over 80,000, before decreasing slightly to some 60,000 a year in 2010.

As for the reasons why more and more Muslims are converting to Christianity all over the world, many sociologists look to the research of J. Dudley Woodberry, a professor of Islamic Studies at Fuller Theological Seminary in Pasadena, California. In 2008, in one of the largest investigations of its type, Woodberry conducted interviews with 750 Muslim converts to Christianity from thirty countries and fifty ethnic groups and published the five predominant reasons for their conversions:

1. The lifestyle of Christians. Former Muslims cited the love that Christians exhibited in their relationships with non-Christians and their treatment of women as equals.

2. The power of God in answered prayers and healing. Experiences of God's supernatural work-especially important to folk Muslims who have a characteristic concern for power and blessings-increased after their conversions, according to the survey. Often dreams about Jesus were reported.

3. Dissatisfaction with the type of Islam they had experienced. Many expressed dissatisfaction with the Qur'an, emphasizing God's punishment over his love. Others cited Islamic militancy and the failure of Islamic law to transform society.

4. The spiritual truth in the Bible. Muslims are generally taught that the Torah, Psalms, and the Gospels are from God, but that they became corrupted. These Christian converts said, however, that the truth of God found in Scripture became compelling for them and key to their understanding of God's character.

5. Biblical teachings about the love of God. In the Qur'an, God's love is conditional, but God's love for all people was especially eye-opening for Muslims. These converts were moved by the love expressed through the life and teachings of Jesus. The next step for many Muslims was to become part of a fellowship of loving Christians.

Although Woodberry's conclusions may be well-documented from an academic point of view, but some have expressed concern that the reality of the latest wave of Muslim-background conversions to Christianity in Europe could have been prompted by refugees wanting to improve their chances of gaining asylum on the continent, or by unscrupulous pastors who tie conversions to material assistance. If the opinion of Shima-a young woman of Iranian background who was recently baptised in Hamburg-is typical, however, the conversion of Muslims to Christianity is all about freedom. "I've been looking all my life for peace and happiness, but in Islam, I have not found it. To be a Christian means happiness to me," Shima told a German magazine after her baptism.




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