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quinta-feira, 20 de abril de 2017

Desapareció su cáncer maxilofacial, el paladar se cerraba... la cirujana decía que era imposible

ReL  20 abril 2017

La hermana Celina debe su milagrosa curación
al padre Luis Ormières
“A mí me ha curado la oración”, explica rotunda la hermana Celina Sánchez del Río, que ha vivido 17 años en el convento de las hermanas de Santo Ángel de la Guarda de Gijón.

Tras 6 años de padecer un terrible cáncer, el padre fundador de su congregación, Luis Ormières, fallecido en 1890, obró desde el Cielo la curación, científicamente inexplicable según los médicos de la Congregación para la Causa de los Santos.

Un cáncer maxilofacial
En el 2001 los médicos diagnosticaron a Celina un grave cáncer maxilofacial por el que llegaron a realizarle hasta tres biopsias. Tuvieron que trasladarle de urgencia a Palencia para recibir un tratamiento adecuado. “Nada más conocer que tenía cáncer, todos los profesores, alumnos y familiares del colegio comenzamos a pedirle al fundador un milagro”, señala Celina Sánchez.

Aunque el diagnóstico no era favorable, la hermana no dudó: “En cuanto empecé a encontrarme mal me encomendé a él junto a toda la congregación. Oramos mucho”. Seis años después, la oración dio su fruto. Los médicos no podían explicar el viraje de su situación, se había curado completamente.


Algo que la ciencia no podía explicar
En su charla en el colegio de Almendralejo, en Extremadura el pasado marzo, Celina explicó su caso ante varios alumnos y padres. Según explica ella misma para el programa de radio La Tarde Contigo, de Canal Extremadura, en Palencia fue operada tres veces. Estas intervenciones le provocaron un orificio en el paladar, lo cual, unido a su cada vez peor salud fue motivo de su traslado a Madrid.

En Palencia comenzó la "campaña de oración" por la que alumnos, amigos y conocidos rezaron al fundador de la congregación por la sanación de Celina.

Una vez en Madrid consultó a un oncólogo que al practicarle la biopsia no encontró rastro de la enfermedad. El mismo médico declaró en el parte que "casi espontáneamente se cierra el paladar". Para asegurarse, éste se puso en contacto con la doctora que operó a Celina en Palencia. "Le dijo que era imposible".

Desde ese momento las autoridades de la Santa Sede comenzaron su investigación del caso. En el arzobispado de Madrid se formó un tribunal de médicos y teólogos que recopilaron pruebas minuciosamente durante cuatro años. "Teníamos que ir a testificar todos los que habíamos sido testigos de la curación: yo misma, doctores, enfermeras, gente conocida... Aquellos que me habían visto sufrir", declaró Celina en el progama.

Colegio Santo Ángel de Gijón, donde conviven las Hermanas del Santo Ángel
Tras estos cuatro años el caso pasó a Roma, donde otro tribunal, formado por siete doctores y varios teólogos revisaron el caso. Los siete doctores (entre los que había ateos) certificaron por unanimidad que aquello no podía explicarse de forma científica.

Celina llevaba 10 años luchando por la beatificación de Luis Ormières. “Sentí una gran emoción al conocer la noticia” asegura Celina.

“Veo que el milagro real se realiza cada día en mí”, subraya. Estos dieciséis años han sido “esenciales” en su vida por el profundo cambio realizado en su manera de vivir la fe y la consagración. Un “regalo” que comparte con los demás para ensalzar la figura del fundador.

El ejemplo del fundador
Para las religiosas, como no puede ser de otra manera, se trata de un momento de “gracia y profunda alegría”, pues con todo ello se reconoce “la figura de un sacerdote con un gran espíritu de entrega y con unas virtudes que son un modelo a imitar, como son la fe, la esperanza y la caridad, fundamentadas en la confianza en la Divina Providencia”.

El padre Ormières, nació en Quillán, un pueblo del sur de Francia. En 1809, se ordenó sacerdote en 1833 y se dedicó principalmente a la educación. Con el tiempo fundó la congregación de las Hermanas del Santo Ángel de la Guarda. Falleció el 16 de enero de 1890, en el actual colegio del Santo Ángel, donde aún se conserva la que fue su habitación, ahora convertida en oratorio.

Se culmina así el proceso de beatificación que se inició en los años 40 con otro caso milagroso, aunque entonces el fallecimiento del médico que hubiera podido testificar lo extraordinario truncó aquella línea de investigación.

El sábado 22 de Abril se celebra en la catedral de Oviedo la beatificación del padre Ormières (aquí más datos sobre horarios, celebrantes y asistentes).

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